Sentimientos confrontados

Ayer se vivió una fiesta en Bilbao. En las calles se mezclaban bolsas de regalos con ikurriñas y esteladas. El fútbol empezó a las 20.30 pero desde las 12.00 se sucedían actos reinvindicativos por toda la ciudad. Firma de manifiestos, concentración pro-oficialidad de ambas selecciones, hermananientos e himnos.
Yo siempre me he sentido orgullosa de no ser de ninguna parte y ser de todas a la vez. Pero ayer cuando Euskadi metió el gol del empate, me alegré. Y cuando ví el ambiente del estadio, me dio pena no haber ido. ¿Por qué? Si yo nunca he sido así...

No quiero sembrar la crispación entre los lectores, sólo quiero demostrar que hay infinidad de posturas y puntos de vista, ninguno mejor ni peor, simplemente, complementarios. Y también, demostrarme a mí misma lo poco consistente que soy.

Para que esto no empiece a ser un problema, he rescatado ciertas frases que, sin ánimo de herir sensibilidades, me permiten mirar más allá de mi horizonte.

Manuel Azaña: Este concepto (nación), que en tiempos pasado tenía un valor revolucionario equivalente a libertad, se ha cubierto de adherencias desagradables, evoca propósitos y políticas que no nos pueden gustar y suelen ser en el ámbito del mundo una bandera de agresión

Henri Bernard-Lévy: el nacionalismo es siempre una tontería, y el nacionalismo étnico, una tontería asesina

Ambrose Bierce: El patriotismo es el primer refugio de los bribones

Guy de Maupassant: El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras.

Albert Einstein: El nacionalismo es una enfermedad infantil; es el sarampión de la humanidad.

J.W. Goethe: El orgullo más barato es el orgullo nacional, que delata en quien lo siente la ausencia de cualidades individuales.

Antonio Machado: Siempre ha sido igual. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden. El pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre.

Jorge Luis Borges: El patriotismo es la menos perspicaz de las pasiones.

Haddon y Huxley: Una nación es un grupo de gente basada en la creencia errónea en un común origen y en una común aversión a sus vecinos.

Oscar Wilde: El patriotismo es la virtud de los depravados.

Albert Camus: Amo demasiado a mi país para ser nacionalista.

Arthur Schopenhauer: Cuantas menos razones tiene un hombre para enorgullecerse de sí mismo, más suele enorgullecerse de pertenecer a una nación.

Hoy me cambio de vida...

Tras alguna lagrimilla por dejar a gente en Madrid, he vuelto a Bilbao, quizás con las manos más llenas de lo que creía pero con mucha ilusión por los días que vendrán (si son buenos o malos ya se verá). La decisión está tomada.

Gracias por los ánimos, siempre es agradable escuchar palabras de apoyo.

Isla de las flores

Los fines de semana acudo a un curso de cooperación organizado por la ONG SETEM en Bilbao. Esta sesión trataba sobre la Educación para el Desarrollo. Tras 8 horas de exposición, análisis y crítica del tema, los resultados han sido de lo más variados. He escuchado hablar de esperanza, de optimismo, de participación ciudadana por igual desde el Norte que desde el Sur. Retumbaban en el aula palabras como cambio estructural, movimientos de liberación y crítica.

Las 40 personas que estamos cada fin de semana allí salimos dispuestas a cambiar el mundo. Pero esta utopía dura lo que tardas en llegar a casa, encender la televisión y escuchar anuncios como: "esta semana nos acordamos del hambre en África" y es, entonces, cuando pierdes, de repente y por completo, toda esperanza en el Ser Humano.

En fin, que parece que lo único que nos queda es consumir hasta morir.



Unos compañeros han expuesto este video que me ha parecido muy interesante compartirlo. Se trata de un documental brasileño dirigido por Jorge Furtado y presentado con gran éxito de críticas en el Festival de Gramado en 1989. Se trata de un manual para analfabetos que explica cómo funciona el sistema socioeconómico actual.
Son 13 minutos que no tienen desperdicio.



El concepto de Libertad como esencia del Ser Humano pierde todo su sentido viendo este video.

GetxoArte 2007

Os presento el proyecto de una amiga artista y de sus compañeros de facultad en la carpa de exposiciones que organiza el ayuntamiento de Getxo para dar una oportunidad a jóvenes creadores.

Cada artista, o grupo en este caso, debe presentar un dossier con fotos y literatura de su proyecto. El trabajo de este colectivo merece ser visto en su conjunto y en directo, pero aquí va mi pequeño homenaje.


"Vivimos en una sociedad que se renueva constantemente y los objetos tardan mucho menos en perder valor. Por otro lado, las modas cambian más rápidamente y al ser cíclicas, lo que ahora podemos desechar, al de unos años adquiere otra vez el mismo interés, o mayor. Pero existe otra corriente, la denominaremos “Diógenes” (basándonos en el síndrome, por el cual los enfermos acumulan basura, desechos, objetos en desuso), donde se da el gusto por los objetos encontrados, como una manera de conectar con el pasado. Se podría decir que existe una relación de objeto de deseo, de fascinación, de preguntarse que hay detrás de ellos, como serían sus antiguos propietarios o porque sus amos han dejado de quererles."


Montaje-vida-desmontaje de su obra


Getxoarte visto desde una bicicleta y con unas cuantas alegrías de más

Fogonazo al final del túnel

Tras varias semanas de reflexión y reorientación de mi vida, he tomado una decisión, para unos un tremendo error, para mí un gran acierto. Dejo Madrid, dejo mi beca en la ya mencionada petrolera (ambas me reportan personalmente muy poquito) y me vuelvo a Bilbao con las manos vacías pero con la intención de disfrutar de las cosas más sencillitas que tengo allí y de las que durante tanto tiempo he estado alejada.
Volver a casa y sentirte una extraña en ambientes en los que antes eran "tu vida" es bastante duro. Ojeando esta mañana algún blog me he dado cuenta de que lo que me ocurre se llama Soledad. Nunca le había puesto nombre a este sentimiento, sería por eso por lo que me costaba explicarlo y que los demás lo entiendieran, pero sí, es eso, Soledad. Lo he aceptado, le he dado la bienvenida y ya me siento más tranquila. Sobre todo porque ahora la manejo yo y, en menos de 10 días, me la volveré a quitar de encima. Quizás, como buen virus, dentro de algún tiempo vuelva con otros síntomas, otros causantes, pero entonces y, sólo entonces, empezaré a buscar un nuevo antídoto.
Quiero disfrutar de la gente, del verde, del sirimiri, de lo social y de lo personal. Quiero soñar que yo soy la ÚNICA, quiero viajar a Sudamérica, quiero ser casi Feliz.
Quiero cambiar el mundo antes de que el mundo me cambie a mí.