Porque a veces no buscas ser perfecta.
Porque quizás hay que empezar por escribir historias que te rodean antes que sentimientos que, quizás, supongan destapar esa cara ocultada cuidadosamente tras una máscara de acero seguro y cortante.
Porque, ser negativa significa no valorarte ni exceso ni en defecto, sino, saber que eres un puntito más en este mundo, intentando crecer para alcanzar tus sueños pero, que si alguno no se cumple, nada se parará por ti.
Porque hay tanto que decir y sé tan pocas formas de hacerlo.
Porque, no sé porqué, valoro tu opinión de insensato.
Porque cómo vamos a estar de acuerdo tú y yo, ¡con los años que nos separan!!!
Porque Derry pasó muy rápido...
jueves, 15 de noviembre de 2007
lunes, 12 de noviembre de 2007
JUVENTUD (in)SOLIDARIA
El jueves pasado tuve una charla con mi jefa (las tardes vísperas de puente se vuelven mucho más entrañables). Estuvo criticando a la juventud por no tener la iniciativa que ellos tenían en sus tiempos mozos. Ella, que ronda el medio siglo, recuerda batallitas de progre-universitaria, cuando corría delante de los grises, iba a conciertos prohibidos o quemaba sujetadores (eso no me lo ha dicho, pero no me extraña que lo hiciera). Ahora que la edad, la comodidad y el cansancio le han vencido, critica a los jóvenes que no hayamos tomado el relevo de "sus luchas".
Yo, que aún ando comenzando mi veintena, intentaba explicarle que por la calle pasan muchas cosas que ellos no ven. Somos títeres del sistema, del 4º poder (parece que si no sale en la TV no existe).
Aún así, creo que antes era mucho más fácil movilizarse, tenían un objetivo común, concreto, de carne y hueso (desde luego sin corazón), contra el que luchar. Ahora nuestros objetivos son tan abstractos como la precariedad laboral, el sistema educativo, el hambre y la explotación, la violencia (vista desde todas sus variantes). Irónicamente, mucho de lo mencionado está siendo provocado por esa generación que luchó por la libertad y se conformó con la rojigualda y los pactos de Moncloa, que cambió su puño en alto por conciliación nacional y una vida cómoda... Nosotros todavía no gobernamos, no podemos ser culpables. Por eso, pido un ejercicio de reflexión a estos mayores que se olvidaron de lo que es la juventud, la utopía y la rebelión.
No me identifico con lo que ellos llaman la generación del botellón o de las (in) comunicaciones. Veo cada día gente comprometida, cada uno con sus historias, pero desde luego, nadie de brazos cruzados. Veo jóvenes que dedican su tiempo libre a chavales, enfermos, excluídos, a formarse, a hacer deporte, a gritar al vacío las injusticias del mundo. Quizás estos datos no destaquen en las encuestras de juventud, pero existimos e intentamos dar guerra.
Cuando ya la discusión no tenía final consensuado ( ella era la experiencia y yo la jovencita que no sabe de lo que estoy hablando), intervino otro chico, a mitad de camino entre nosotras dos y nos dijo que el ser humano lleva miles de años sobre el planeta, así que, en 30 años las cosas no pueden cambiar tanto, que la única diferencia es el contexto en el que vivimos; a iguales circunstancias, similares respuestas. Quizá tenga razón.
Yo, que aún ando comenzando mi veintena, intentaba explicarle que por la calle pasan muchas cosas que ellos no ven. Somos títeres del sistema, del 4º poder (parece que si no sale en la TV no existe).
Aún así, creo que antes era mucho más fácil movilizarse, tenían un objetivo común, concreto, de carne y hueso (desde luego sin corazón), contra el que luchar. Ahora nuestros objetivos son tan abstractos como la precariedad laboral, el sistema educativo, el hambre y la explotación, la violencia (vista desde todas sus variantes). Irónicamente, mucho de lo mencionado está siendo provocado por esa generación que luchó por la libertad y se conformó con la rojigualda y los pactos de Moncloa, que cambió su puño en alto por conciliación nacional y una vida cómoda... Nosotros todavía no gobernamos, no podemos ser culpables. Por eso, pido un ejercicio de reflexión a estos mayores que se olvidaron de lo que es la juventud, la utopía y la rebelión.
No me identifico con lo que ellos llaman la generación del botellón o de las (in) comunicaciones. Veo cada día gente comprometida, cada uno con sus historias, pero desde luego, nadie de brazos cruzados. Veo jóvenes que dedican su tiempo libre a chavales, enfermos, excluídos, a formarse, a hacer deporte, a gritar al vacío las injusticias del mundo. Quizás estos datos no destaquen en las encuestras de juventud, pero existimos e intentamos dar guerra.
Cuando ya la discusión no tenía final consensuado ( ella era la experiencia y yo la jovencita que no sabe de lo que estoy hablando), intervino otro chico, a mitad de camino entre nosotras dos y nos dijo que el ser humano lleva miles de años sobre el planeta, así que, en 30 años las cosas no pueden cambiar tanto, que la única diferencia es el contexto en el que vivimos; a iguales circunstancias, similares respuestas. Quizá tenga razón.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Síntomas de una sociedad enferma

Creo en la esencia pero no en los modos en los que se está llevando a cabo la "Revolución" en ciertos países de Latinoamérica. Estos sistemas presidencialistas (a veces más bufones que dirigentes) devalúan en gran medida los resultados conseguidos.
5 Noviembre: Pese a quien pese éste es el reflejo de la nueva sociedad española. Reflexión: ¿seremos capaces de verlo con normalidad algún día?


Porque, al final, todos los extremos son iguales. Se necesitan unos de otros para retroalimentarse de sinrazón.
Reflexión: Reflejado queda que los polos opuestos se atraen...
sábado, 3 de noviembre de 2007
De lo inmoral de trabajar en una petrolera...
"¡Qué suerte tienes! ¡Qué bien te va a venir para el curriculum! Ya me gustaría a mí haber empezado así..." Esto fue lo que me hizo aceptar mi "trabajo". Y en buena hora.
Hace 4 meses vendí mi alma al diablo energético por un par de recomendaciones y algo de orgullo.
Siempre había sido bastante crítica con la susodicha empresa (no la mento por no darle publicidad gratuita en este medio de masas), siempre hablaba de indíginas explotados, de recursos naturales expropiados, de la falta de reinversión de los beneficios en los gobiernos locales y de la subordinación de estos a un puñado de dólares negros.
Y ahora toca tragarme todas mis palabras y andar cerrando contratos millonarios para los despachos de ciertos jefazos, comprando "material de oficina" para el avión privado de la compañía y, lo peor de todo, diciendo que trabajo allí. Puede parecer una tontería, pero por ciertos ambientes las respuestas que recibo no son como las primeras que os contaba... ¡Y tienen razón! También es verdad que muchos-los que intentan entenderme- me han dicho que he hecho bien, que hay que conocer al enemigo desde dentro para poder combatirlo...Si al menos me destinaran a Sudamérica montaría un revuelta civil, okuparíamos todas las plantas de explotación y nacionalizaríamos cada piedra en la que se aloja este maldito oro negro... Ya me veo, con mi "txapela" de revolucionaria, mirada firme y desafiante y siendo un icono dentro de unas cuantas décadas (espero que sea referente popular y no populista, pero éste es otro tema).
Mientras en el tablón de anuncios nos cuelgan noticias sobre premios a la transparencia empresarial del Sr.Presidente (recibido de manos de la siempre devota Espe Aguirre), me llegan correos sobre su nominación europea como peor lobby gestor.
En fin, larga vida a Repsol (uy, se me ha escapado...)
Hace 4 meses vendí mi alma al diablo energético por un par de recomendaciones y algo de orgullo.
Siempre había sido bastante crítica con la susodicha empresa (no la mento por no darle publicidad gratuita en este medio de masas), siempre hablaba de indíginas explotados, de recursos naturales expropiados, de la falta de reinversión de los beneficios en los gobiernos locales y de la subordinación de estos a un puñado de dólares negros.
Y ahora toca tragarme todas mis palabras y andar cerrando contratos millonarios para los despachos de ciertos jefazos, comprando "material de oficina" para el avión privado de la compañía y, lo peor de todo, diciendo que trabajo allí. Puede parecer una tontería, pero por ciertos ambientes las respuestas que recibo no son como las primeras que os contaba... ¡Y tienen razón! También es verdad que muchos-los que intentan entenderme- me han dicho que he hecho bien, que hay que conocer al enemigo desde dentro para poder combatirlo...Si al menos me destinaran a Sudamérica montaría un revuelta civil, okuparíamos todas las plantas de explotación y nacionalizaríamos cada piedra en la que se aloja este maldito oro negro... Ya me veo, con mi "txapela" de revolucionaria, mirada firme y desafiante y siendo un icono dentro de unas cuantas décadas (espero que sea referente popular y no populista, pero éste es otro tema).
Mientras en el tablón de anuncios nos cuelgan noticias sobre premios a la transparencia empresarial del Sr.Presidente (recibido de manos de la siempre devota Espe Aguirre), me llegan correos sobre su nominación europea como peor lobby gestor.
En fin, larga vida a Repsol (uy, se me ha escapado...)
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